viernes, 6 de marzo de 2015

Todavía recojo las sobras de tu presencia del suelo, como si nunca te hubieses ido, como si nada hubiese pasado, como si aún me quisieras profundamente y no existiese un solo motivo por el cual decirnos adiós. Todavía me despierto en las mañanas con tu imagen en la memoria. Todavía me niego a reaccionar porque estoy a gusto subida en esta nube, aunque me siente sola a mirar hacia el suelo porque tú ya te has bajado. Todavía me acuerdo de todo, de tu forma de hacer las cosas, mientras yo solo podía mirarte, de tu manera de hablar, de caminar, de mirarme y de que me querías, aunque fuese a tu manera…. Todavía sonrío sin querer cuando me acuerdo de ti, y todavía me alejo del mundo normal para sumergirme en el mío, que es el único donde te encuentro cuando quiero. Todavía te lloro y te maldigo, y te echo de menos, y de repente te odio, pero te vuelvo a querer más fuerte y más vivo que nunca, y te sigo maldiciendo por haberme marcado, y porque ahora todos los caminos me quieren llevar hacia ti, pero al final de ellos nunca te veo. Solo hay una cosa peor que esto. Y es que te quise y te quiero, y te querré. Como siempre, pero como nunca.

sábado, 7 de febrero de 2015

7 otra vez...

El ya no está, y esto es una mierda. Una mierda que me recuerda que todo terminó en el peor momento. Yo tenía el cielo en las manos, cogido como si no hubiera mañana, y no pensaba soltarlo por nada del mundo. Yo tenía su vida, sus besos, su aroma, yo lo tenía y ya no lo tengo. Ojalá supiera cuanto lo recuerdo, cuanto lo quiero, cuanto le di. El amor sano no se siente hasta que lo amado no se pierde entre las sombras, hasta que no se siente la ausencia entre los dedos, el amor sano, nace cuando el amor ya no se tiene. Ojalá sepa que lo quise, que lo quiero. Como a nadie y como nunca. No me arrepentiré jamás de todo lo que le di, de cuanto le admiré, y de qué manera lo adoraba. Él lo recordará con el mismo brillo en los ojos que yo, con la misma ternura, desde cualquier lugar. A veces me quedaba mirándolo dormir y no podía ser más feliz. Me perdí millones de veces en la curva de su sonrisa, en el hueco de sus manos, y me dejé llevar por el tono de su voz y el calor de sus labios cuando despertaba a mi lado. El hacía que tuviese un día perfecto solo por el hecho de despertar conmigo. Ni siquiera le costaba trabajo, ni esfuerzo, solo existiendo me hacía feliz.

miércoles, 28 de enero de 2015

Mañana 20, y tu ahí arriba...

Extraño cuando salías de la ducha bailando. Cuando me entorpecías mientras hacía la cena porque lo toqueteabas todo. Echo de menos cuando te estirabas antes de dormir y sin querer me regalabas una sonrisa cómplice mientras te acomodabas. Extraño tanto los días en los que nos pasábamos horas caminando y hablando como loros, poniendo el mundo patas arriba y riéndonos de todo. Extraño echarte la bronca cuando no bajabas la basura, o cuando no me dejabas sitio en el sofá y terminábamos con una guerra de cojines que siempre acababa en besos.  Echo de menos cuando nos meábamos de risa viendo aquellos programas frikis en la tele. Extraño los días de playa, poniendo piedras en tu espalda mientras te hacías el dormido y bañarnos en la orilla rodeándonos de abrazos y besos salados. Echo de menos cuando se te olvidaba la mitad del chiste y acababas contando un desastre que al final igualmente me hacia reír. Extraño verte tender la ropa para acabar diciendo siempre que lo odiabas. Echo de menos cuando me tirabas las manos y piernas por encima y te dormías. Extraño las largas charlas con cualquier cosa sobre la mesa de un bar, y que te rieras de mi cuando jugaba con la cuchara del café. Echo de menos mirarnos y saber lo que estamos pensando, tener las mismas reacciones, y esa complicidad que solo tú y yo teníamos. Extraño las bromas, los comentarios, extraño hasta los momentos más duros y difíciles porque siempre nos unía más, nos hacía más fuertes. Echo de menos los largos baños en silencio y llenos de espuma, los masajes, los desayunos de los domingos en la cama poniéndolo todo perdido. Extraño todo lo que fuimos a pesar de lo mal que hayamos podido hacer muchas cosas...
Te echaré de menos todos los días de mi vida.

domingo, 4 de enero de 2015

Y ahi estabas tu delante de la puerta con una sonrisa, una rosa, y mi inicial en tu piel... y ahi estaba yo, como una tonta llorando nada mas verte. Me hiciste una pregunta que nos cambio la vida, y ya hace mas de un año desde eso. Yo sigo aqui, sin saber que pudimos mejorar para que no te fueras. No hay dia que no piense que pudimos hacer mil cosas de diferente manera. No hay dia que no piense en ti. No hay noche que no llore tu ausencia.
Ahora, un año y tres meses despues de ese día, tan bonito para ti y para mi. Ese dia que yo tanto soñaba. Planear nuestra boda hubiese sido aun mejor, pero el tiempo se nos fue volando entre las manos. Tu y tu mala costumbre de dejar todo a medias, y no hacerme caso. Quise cambiarte por el bien tuyo y de quien venia en camino, pero tu te empeñaste en que la vida ya no tenia sentido. Donde quiera que estés, vives en mi corazón, tambien vas marcado en mi piel y vivirás por siempre en el alma de tu princesa. Te querré por siempre.